En el pádel, jugar bien no solo depende de tu nivel individual, sino de cómo te complementas con tu compañero. Formar una pareja equilibrada y efectiva puede ser la diferencia entre ganar partidos difíciles o frustrarse en los “fáciles”. En este artículo te compartimos claves técnicas, físicas y mentales para elegir bien y jugar mejor.
Lo mental: el más fuerte al revés
En puntos decisivos, la presión suele llevarnos a jugar más conservador.
¿La solución? Ser más agresivos, no menos.
En situaciones tensas, animáte a tomar la iniciativa.
No te arrepentirás de un golpe valiente, pero sí de uno tímido.
Lo físico: el más en forma, al revés
¿Por qué? Porque desde ese lado se juega más, se cubren más bolas y se resuelven más puntos clave.
Si hay diferencia de fondo físico, el jugador más resistente va a la izquierda.
Lo técnico: aprovechar fortalezas
- Si hay un zurdo, va siempre a la derecha: permite tener el golpe fuerte (smash o derecha) en el centro.
- El que tiene mejor smash, a la izquierda.
- El que domina la bandeja, a la derecha.
Gestión emocional y táctica
- Después de un gran punto, no te relajes: lo más fácil es cometer un error justo después.
- En partidos fáciles, juega con más intensidad, no menos.
- Mantenete en movimiento, con pequeños saltitos, activado todo el partido.
Consejos en acción
- Al sacar, ponte en acción y busca dominar desde el inicio.
- Al devolver, mete muchas bolas, castiga con regularidad.
- Ganas rápido, pierdes lento:
- Juegos al saque = cortos y firmes
- Juegos a la devolución = largos y peleados
En el pádel en pareja, todo suma: comunicación, estrategia, intensidad y rol definido.
Elegir bien tu lado, tu compañero, y tu mentalidad.
Y recuerda: cuando sube la presión, sube también tu nivel.
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